¿ES LA ENFERMEDAD CUESTIÓN DE SUERTE?

¿Por qué a mí?  ¿Qué mala suerte he tenido?  Me ha tocado.

Estas son algunas frases de las habituales cuando recibimos algún diagnóstico clínico complicado. Hasta hace poco tiempo se decía que sufrir un cáncer o una enfermedad crónica era cuestión de mala suerte, sin embargo, estudios científicos recientes muestran que sufrir una enfermedad no depende de la suerte, digamos que de alguna manera son los hábitos de vida que tenemos los que “activan” la enfermedad. La epigenética se ocupa de estudiar cómo la alimentación, las emociones y el medio ambiente van a influir en la “expresión de los genes” o no, van a hacer que estos genes se activen o no, van a mantenernos sanos o enfermarnos a nosotros y a nuestros descendientes ya que estas variaciones genéticas se heredan.

Un ejemplo sería el de los gemelos monocigóticos, que al nacer comparten la misma genética pero que a lo largo de su vida desarrollarán diferentes enfermedades en función de sus hábitos, sus emociones y del lugar donde vivan.

Pongamos de ejemplo a una persona que se le diagnostica un cáncer a partir de los 30 años, aquí podríamos hablar de un tumor adquirido, no “heredado”. Han sido sus hábitos los que han generado el ambiente idóneo para que sus “oncogenes” se expresen y den lugar a la aparición del tumor. Aclarar que si hablamos de hábitos en términos negativos la cosa va más allá de fumar beber o vida sedentaria, tendríamos que valorar temas como la alimentación, la hidratación, el sueño, las emociones, la pérdida de contacto con la naturaleza, etc. etc.

Uno de los peores hábitos que podemos llevar a cabo es alimentarnos de forma incorrecta, ya que nos podría conducir a tener déficits en algunos de los micronutrientes, minerales, vitaminas, etcétera, necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. En la actualidad las estanterías de los supermercados se encuentran repletas de “productos” pero escasos en alimentos, la mayoría son productos vacíos, pobres en nutrientes, llamados alimentos misceláneos, alimentos éstos que no deberíamos consumir.

Las enfermedades no nacen de la nada lo que decidimos hacer a diario tiene un impacto directo sobre nuestra salud. El riesgo de padecer determinadas enfermedades se puede reducir drásticamente cambiando nuestro estilo de vida y ahora la ciencia dispone de los test epigenéticos, herramienta ésta que nos puede ayudar de forma muy notable a modificar nuestros hábitos.

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